Experiencia de viaje

Ya en una oportunidad, el destino me había negado el privilegio de poner los pies sobre este espacio en el que la naturaleza se muestra sutil y colorida, cual rostro de mujer con su mejor maquillaje.
Todavía recuerdo la frustración de aquel momento en que repentinamente se acabó la

Paradójicamente, aquella experiencia lejos de hacerme desistir en mis deseos, más bien fue un aliciente para conservar durante los siguientes años el interés por regresar y llegar más allá de donde me quedé varado ese día.
A Dios gracias, no muchos años tuvieron que pasar para que igualmente el destino, me llevara a congeniar nuevamente en mis aspiraciones con tres

Así las cosas, un sábado por la tarde, luego de haber salido de madrugada de la capital pasando por Cobán, luego por San Pedro Carchá y con un recorrido que superaba ya los 220 kilómetros, me vi inmerso en aquellos caminos serpenteantes, llenos de paisajes que me guiaban hacia el municipio de Lankin.
Una parada en el kilómetro 250 para tomar un sándwich y contemplar el paisaje junto a mis amigos desde un mirador natural, tal y como lo había hecho años atrás, era una necesidad que ansiaba.

¡Acá me quedé!, le dije a quien me acompañaba por primera vez en este viaje, cuando llegamos al lugar conocido como el “pajal”, que poco a poco fue quedando atrás para internarnos entre montañas y caminos de terracería

Avanzábamos en nuestro camino y los rótulos que marcaban la distancia de nuestro destino parecían incongruentes con la realidad. Los kilómetros se hacían de hule; o no sé, quizá es la sensación cuando se visita un lugar la primera vez. En fin, cuando menos lo esperábamos pasamos frente las Grutas de Lankin (destino programado para visitar a nuestro regreso), luego asomó el municipio del

4 comentarios:
Oscar:
Otra palabra hermosa y nueva para mí: «hostal» Me gusta mucho.
¡Excelente artículo! Da gusto leerlo.
Está parte me gustó especialmente:
(Todavía recuerdo la frustración de aquel momento en que repentinamente se acabó la carretera y me vi obligado a girar el timón del carro 180 grados, regresando a la capital con la cámara vacía y sin otra imagen más, que una fotografía mental de aquel instante.)
Te parecerá raro, pero cuando leí: «Se acabó la carretera...» recordé una serie de televisión que veía cuando era niño: «Los invasores». A David Vincent, el protagonista, se le termina la carretera. Es de noche y está solo en su automóvil. Solo y muy cansado. Antes de dar la vuelta, ve unas luces muy fuertes no muy lejos de él. Una nave espacial extraterrestre está descendiendo frente a sus ojos...
¡Saludos!
Si Carlos... un hostal es un hospedaje muy sencillo en Guatemala.
En cuanto al final de la carretera, lamentablemente en esa oportunidad no corrì con la suerte de que una nave extraterreste me ayudara a seguir con mi camino, por lo que tuve que irme con mi nave de regreso a casa (jiji)
Hola soy cobanero y al leer tus palabras de tan bonita experiencia me da mucho gusto que gente como vos este muy contento de al fin haber llegado a un paraiso natural... espero que asi como vos, muchas personas logren llegar muy bien a tan bonito lugar... y yo solo con leer esto me voy mañana para alla a pasar un fin de semana placentero.. asi como los muchos que he tenido en este lugar... ciao y saludes a todos...
atte
Axel
Muchas gracias por la visita y el comentario Axel. Justamente visitando nuestros destinos turísticos, ayudamos a conservarlos y promocionarlos.
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