08 abril, 2010

Ceremonia del Palo Volador (Video)

Dentro de las muchas tradiciones y costumbres que se presentan en Guatemala, no cabe duda de que la ceremonia del Palo Volador, es una de las que más interés me ha despertado siempre.
Ver o en el mejor de los casos ser parte de un ritual de tal naturaleza, constituye un verdadero privilegio, sobre todo considerando que de los 334 municipios que conforman Guatemala, solamente tres celebran esta tradición en el marco de su fiesta patronal (Chichicastenango, Cubulco y Joyabaj).
Aunque la mayoría de información disponible refiere el 21 de diciembre como la ocasión propicia para observar este ceremonial en Chichicastenango, debo aclarar que durante los últimos tres años que le he dado seguimiento a dicho evento con el objeto de presenciarlo, no se ha celebrado durante ese día. Esto quizá obedece a que por celebrarse el 21 de diciembre la fiesta principal en honor a Santo Tomás, alrededor de la iglesia que lleva el mismo nombre, se presentan múltiples actividades que limitan el espacio que requiere la actividad del Palo Volador.
De esa cuenta, resulta oportuno observarlo en los días previos (entre el 18 y 20 de diciembre), pero para mayor certeza, lo más adecuado es ponerse en contacto con autoridades de la Alcaldía Indígena u otras autoridades locales.

Acerca de la ceremoniaLa Ceremonia, danza o baile del Palo volador, tiene antecedentes prehispánicos y al alrededor de la misma, giran muchas interpretaciones que relatan su origen o sentido. Entre otras, se puede hacer referencia a la historia que narra que dos hermanos llamados jun Batz y Jun Ch’owen trataron de matar a sus hermanos Junajpu e Ixb’alanque pero finalmente éstos últimos salieron victoriosos al convertir a los malvados en monos.
En una oportunidad también recuerdo haber leído que el Palo Volador es una danza a la fertilidad agraria, y que el mismo representa un pene gigante para fertilizar la madre tierra.
De una u otra forma, el ritual observa una solemnidad especial que va desde la selección del árbol (para lo cual se le pide permiso a la naturaleza mediante una ceremonia), hasta el momento en que el mismo queda en desuso.
Luego de cortar el árbol de pino con una altura de unos 30 metros, el mismo es trasladado delicadamente frente a la iglesia local para ser incrustado unos dos metros bajo tierra. Acto seguido, se le coloca una escalera y una armazón giratoria de madera en la punta. En la misma se enrollan las cuerdas que servirán para que se lancen desde las alturas los voladores que con trajes de micos y felinos, desafían la ley de la gravedad.
Para dar cumplimento a este rito ancestral, mientras uno de los voladores asciende a la punta del palo y enrolla los lazos, el resto del grupo permanece al pie del mismo bailando con la música de una marimba de tecomantes, acompañada de chinchines de moro. Más que un baile, es un ritual para que nadie se caiga.
Posteriormente, otro de los voladores hace el ascenso y complementa la pareja que se lanza desde las alturas sujetada por las cuerdas que se van desenrollando lentamente hasta llevarlos al nivel del suelo al ritmo de la marimba. Es una hazaña que requiere mucha valentía, no solo por la altura, o el temor de que se rompa el lazo, sino porque el agujero donde se incrusta el palo, tiene cierto margen de holgura generando que este se tambaleé.
Algo que despierta bastante curiosidad, es que alrededor del Palo Volador existen muchos mitos. Por ejemplo: se supone que los voladores no deben tener sexo desde 40 días antes de lanzarse del palo. Igualmente se prohíbe que una mujer se acerque y pase sobre el mismo antes de ser incrustado. Se tiene la creencia de que el incumplimiento de cualquiera de ambos mitos, traerá consigo la muerte de uno de los voladores.
Realizado el lanzamiento de los voladores oficiales, estos invitan al público asistente para que cualquiera que lo desee, arriesgue su vida lanzándose desde lo más alto del PaloVolador. A continuación un video de mi autoría.


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