23 julio, 2008

El cerrito, la Ermita y la virgen del Carmen

La ciudad Capital tiene mucho que ofrecer al turismo nacional y extranjero. El Centro Histórico por ejemplo, encierra a lo largo y ancho del mismo, edificaciones que por su naturaleza, constituyen verdaderas joyas de la arquitectura y la cultura guatemalteca.
De primera mano, podría pensarse en monumentos como la Catedral Metropolitana y el Palacio Nacional de la Cultura, para luego seguir, con una extensa lista que abarcaría todas las letras del abecedario.
Es justamente dentro de las páginas de todo ese abecedario cultural, donde se encuentra el emblemático cerrito del Carmen, que acoge en su cima, el primer templo construido en el Valle de la Ermita (conocido anteriormente como Valle de las Vacas).
Inaugurado en el año de 1620, el santuario, de 25 metros de largo y 9 de ancho, con cierto aires de fortaleza en su diseño, además de ser un homenaje al más puro arte colonial, es el hogar de la virgen del Carmen.
La edificación posee una sola nave y una torre aledaña desde la cual cuelgan cuatro campanas. Frente a la misma, se ubica una torre más, que según se sabe, funcionó como habitación.
En el interior del templo, lo más impresionante lo constituye el retablo mayor, que a decir de muchos, es catalogado uno de los mejores trabajos barrocos que existen en Guatemala, con finos detalles de orfebrería religiosa del siglo XVIII, albergando en el nicho central, a la virgen.
Este centro de la fe católica, ubicado en la 1ª Calle y 12 Avenida de la zona 1, constituye el punto de partida desde el cual se trazó la ciudad de Guatemala, luego de su traslado desde el Valle de Panchoy (Antigua Guatemala) en el año de 1776.
La parte alta de la colina, es un buen punto para contemplar el valle y sus montañas, igualmente, el cerrito en general, es un lugar de esparcimiento, que los fines de semana, se ve convertido desde teatro al aire libre, hasta academia de dibujo y música.

De cómo llegó la virgen del Carmen
La virgen del Carmen, fue traída a la ciudad de Guatemala en el siglo XVII. Según la historia, la misma fue depositada bajo el cuidado de Juan de Corz, a quien luego de enterarse que venía al nuevo mundo en calidad de ermitaño como ofrenda al Señor, las carmelitas de Ávila (España), le encargaron tan noble misión.
Tras aceptar el delicado encargo de buscar un hogar para la pequeña y preciosa imagen de Nuestra Señora del Carmen, mandada a esculpir por Santa Teresa, el peregrino preguntó a las religiosas cuál sería ese sitio donde debía depositar la imagen.
La respuesta de las carmelitas, fue que la misma virgen, le indicaría sobre el lugar en el que desearía ser venerada, mismo sobre el cual, Santa Teresa (ya fallecida en ese entonces) había augurado se levantaría una gran ciudad.
Luego de su llegada a México desde España, abordo de la nave “María fortaleza”, Corz se dirigió hacia Guatemala. Durante su paso por un cerro, en el Valle de las Vacas, la virgen le indicó al ermitaño que en ese lugar quería reposar, erigiéndose bajo esa voluntad, una iglesia-fortaleza en 1620, sobre la cumbre del cerro que desde entonces, es conocido como Cerrito del Carmen.
Esa sí, como la virgen del Carmen, se convirtió en la primera huésped de lo que en el año de 1776, pasaría a ser la nueva Guatemala de la Asunción, convirtiéndose desde ese entonces, en la Patrona de la nueva ciudad.
A lo largo de su vida en Guatemala, la historia de la virgen ha estado rodeada de diferentes vicisitudes. Además de incendios y terremotos que la han puesto en peligro, la más recordada de estas, es el robo de la imagen el 19 de abril del 2001, lo cual conmocionó a la comunidad católica de Guatemala y a sus devotos en general.
Tras una intenso operativo de búsqueda que llegó hasta las más altas instancias internacionales, la sacra imagen fue recuperada el 5 de marzo del 2003, tras ser devuelta por una familia que la encontró en una cuneta en el municipio de Tecpán.
Durante el tiempo que estuvo desaparecida, además del robo de sus pertenencias, la virgen sufrió serios daños que la llevaron a un cuidadoso proceso de restauración durante un año, para luego regresar, al lugar donde un día le pidió a Juan de Corz quedarse a vivir.
Aunque se le puede visitar todos los días, el mejor momento para hacerlo, es el 16 de julio, fecha en que se festeja su onomástico. Ese mismo día, en horas de la tarde, la virgen sale en procesión alrededor del cerrito. Una procesión que usted podrá vivir en texto, video y fotografías, presionando aquí

Características de la imagen
Ubicada en la Ermita del del Cerrito del Carmen, Ciudad de Guatemala (1ª Calle y 12 Avenida de la zona 1), la virgen presenta las siguientes características:
Tipo de objeto: Escultura.
Material: Madera, plata, oro y piedras preciosas.
Técnica: Talla en madera policromada, recubierto con lámina de plata sobredorada y burilada
Dimensiones: 44 cms. de alto.
Titulo: Nuestra Señora del Carmen.
Tema: Mujer con resplandor, que cubre con su manto a dos hombres y dos mujeres
Marcas: Decoración burilada sobre plata, con hojas de higuera, tréboles y adornos foliares estilizados; con el escudo de la Orden Carmelita en el escapulario. Bajo su manto se cobijan (4) frailes y monjas de la Orden Carmelita arrodillados en actitud orante.
Período: Hispánico, mediados del Siglo XVI.
Autor: Anónimo

2 comentarios:

Mª Ángeles Díaz dijo...

Siempre tengo que felicitarte por tus posts, como es el caso. Lindas las fotos y lindo el texto. Sin duda las iglesitas blancas de Guatemala son una preciosidad.

Quise comentar acerca de los jades algo que había leido sobre cómo los valoraban los antiguos pobladores de esas tierras, como sagrados, pero no encontré el texto.

He visto esos jades que expones, o similares, y también los collares incluso en el mercado de Chichicastenango. Creo que también en el museo arqueológico que está junto al Ixchel de tejidos, hay piezas de extraordinaria belleza.

Te mando un saludo cordial, como siempre, y todo mi ánimo para que sigas con tu trabajo, pues me encanta pasar por tu blog para ver las novedades.

Eduardo dijo...

Hola Nuria, pues yo más agradecido por tu visita y que te tomes el tiempo para comentar.
Espero más adelante mejorar el artículo de los Jades, pues lamentablemente hice una visita al museo nacional de arqueología, pero la sala de dicho lugar dedicada a los jades, estaba siendo renovada.
No te había escrito estos días, pues estaba esperando tener listo mi nuevo post (que es prácticamente la segunda parte de este artículo), para hacerte la cordial invitación a explorarlo.

Saludos