Pasaje Aycinena

En una oportunidad que escribí sobre el Centro Histórico de Guatemala, visto desde la Plaza de la Constitución, hice alusión al Pasaje Aycinena. Si, ese que se encuentra exactamente atrás del Portal del Comercio.
Según me enteraba hace poco, previo a la edificación del Pasaje (1891), el lugar constituía la huerta del Marqués Juan Fermín de Aycinena, personaje que utilizó el portal como su casa de habitación. En el mismo, se cosechaban las lechugas y zanahorias que consumían los vecinos de la ciudad de Guatemala en aquellos tiempos.
Hoy día, con ciertos aires renovados que le devuelven el esplendor de antaño, el pasaje comienza a escribir un nuevo capítulo en su historia. Todo inicia 11 años atrás, cuando se remozó el lugar y abrió el café Las Cien Puertas , y que en vez de hortalizas, empezó a cosechar arte y cultura, que poco a poco fue demandando más y llevó a abrir El café de la otra puerta.
Actualmente, ya son más de siete negocios establecidos, cada uno con su propia propuesta. Por ejemplo, en Las Cien Puertas, a los propietarios, nada les preocupa que usted quiera escribir en el interior del recinto. En ese sentido, sus paredes son el medio a través del cual muchos han impreso su poesía, o simplemente descargado sus emociones. Seguro que se haría un libro de todo lo escrito sobre las mismas.
Una propuesta interesante, la conocí no hace mucho. Se trata del Café Piano Galería La Luna, que justamente celebró su primer año el pasado 9 de agosto. Se aprecian por todos lados y a la venta, cuadros al óleo. Como fondo, se escucha la música y voz de Walter Flores, que interpreta muy bonitas canciones en el género de trova.
A la oferta se suma Bacares, un buen lugar para aquellos que les gusta cantar, pues los sábados, es noche de Karaoke. También hay un bar con concepto árabe de nombre Sharazada. En general, casi todos tienen música en vivo.
¡Ah! Por cierto, aunque la mayoría dicen llamarse cafés, lo que menos venden es eso, bueno, mejor dicho, es lo que menos se consume.