El 7 de diciembre a las seis en punto de la tarde se celebra en Guatemala una tradición muy arraigada que llena de fuego las calles y de humo el cielo. Se trata de la tradicional quema del diablo, a través de la cual los ciudadanos expulsan todo lo malo de sus casas y sus vidas. En otras palabras, este personaje es el rostro de todo lo que es visto como negativo (mala suerte en el trabajo, amor, salud, etc).
A decir de muchos historiadores, esta celebración tiene su origen en los fogarones que se encendían para iluminar el paso de la procesión de la virgen de Concepción.
Hace algunos años, esta pintoresca tradición implicaba buscar dentro de los hogares todo lo que se consideraba en general basura o inservible para armar con ellos una fogata, a lo cual también los jóvenes nos encargábamos de agregarle chiribíscos (ramas de árboles secos).
Hoy día, aunque en muchos hogares se conserva la tradición de esa manera, otros, sobre todo en la capital, han comenzado a utilizar simplemente una piñata elaborada con papel de china con el diseño del diablo a la que se le prende fuego a las 6 de la tarde. Esto es producto de que facilita un mejor control de las llamas, de las cuales disfrutan mayormente los jóvenes, así como por el desarrollo de la ciudad y claro está, razones de cuidado al medio ambiente.
Haciendo eco a esto último, es precisamente como los vecinos del barrio Concepción, en Antigua Guatemala, Sacatepéquez, queman desde hace ya 17 años, un diablo ecológico de casi dos metros de altura en la plaza conocida como Fuente de las Delicias (exactamente en la salida de la ciudad colonial hacia la capital).
Sea como sea, la quema del diablo sigue viva en Guatemala y con todo y lo pagana que se le califica, es otra manifestación más de nuestra cultura.
Hace algunos años, esta pintoresca tradición implicaba buscar dentro de los hogares todo lo que se consideraba en general basura o inservible para armar con ellos una fogata, a lo cual también los jóvenes nos encargábamos de agregarle chiribíscos (ramas de árboles secos).
Hoy día, aunque en muchos hogares se conserva la tradición de esa manera, otros, sobre todo en la capital, han comenzado a utilizar simplemente una piñata elaborada con papel de china con el diseño del diablo a la que se le prende fuego a las 6 de la tarde. Esto es producto de que facilita un mejor control de las llamas, de las cuales disfrutan mayormente los jóvenes, así como por el desarrollo de la ciudad y claro está, razones de cuidado al medio ambiente.
Haciendo eco a esto último, es precisamente como los vecinos del barrio Concepción, en Antigua Guatemala, Sacatepéquez, queman desde hace ya 17 años, un diablo ecológico de casi dos metros de altura en la plaza conocida como Fuente de las Delicias (exactamente en la salida de la ciudad colonial hacia la capital).
Sea como sea, la quema del diablo sigue viva en Guatemala y con todo y lo pagana que se le califica, es otra manifestación más de nuestra cultura.
Fotos: Diablo ubicado en Antigua Guatemala.
4 comentarios:
Oscar: Esas fotografías de Guatemala que están en la parte superior de tu blog, me emocionan mucho. Es la verdad. La presentación es buenísima. Esos cuadraditos de colores que aparecen y desaparecen, como por arte de magia, tienen un no sé qué que qué se yo. ¡Llaman mucho la atención! Las fotos son estupendas. Eres muy bueno como fotógrafo. Dan ganas de quedarse un buen rato viendo esas imágenes. Sí, dan ganas de verlas una y otra vez. Ojalá pudiera yo hacer lo mismo en mi blog. ¡Qué hermoso tu país!
¡Te felicito!
Oscar: Las fotos que más me gustan son:
1) Pirámides Gemelas (Mixco Viejo)
2) Iximché
3) Cuevas del Rey Marcos
4) Gran Jaguar (Tikal)
5) Isla de Flores (Petén)
6) Laguna de Ipala
Las Pirámides Gemelas son bellísimas. Las ruinas de Iximché un espacio lleno de misterios. Y las Cuevas del Rey Marcos un maravilloso regalo para los ojos.
Oscar: Me gustan las tradiciones. Y esta tradición que llena de fuegos los barrios de Guatemala me parece maravillosa. Me haría feliz caminar por las calles de tu patria y ver esos fuegos ardiendo en la oscuridad.
Cuando yo era niño y vivía en Mendoza (Argentina) una vez al año los adultos salían a hacer fogatas en el medio de la calle. Los vecinos iban llegando y se reunían alrededor de los grandes fuegos. Todo el mundo charlaba y reía y miraba, con la absorta fascinación de un hombre de las cavernas, el ardiente y luminoso ondular de las llamas en la noche mendocina. Esa tradición desapareció hace mucho tiempo. No recuerdo en este momento qué es lo que impulsaba a la gente a hacer esas fogatas.
Qué interesante que los guatemaltecos expulsen, mediante la quema del diablo, todo lo malo que hay en sus casas y en sus vidas.
Me gustó la palabra chiribisco. No la conocía. Hermosa palabra.
Sí, las fogatas en mi ciudad también comenzaban después de la caída de la tarde.
¡Qué bueno que ahora tengan en cuenta el problema de la contaminación ambiental!
¡Saludos!
Posdata: Creo que esa tradición, la de hacer fogatas en las calles de mi ciudad, ya estaba desapareciendo cuando yo era niño.
Carlos, gracias por la visita a mi blog. En particuar muy agradecido por los comentarios sobre las fotografías..¿yo, buen fotógrafo?.. repito..!gracias!
Aunque cada foto tiene su encanto; la laguna de Ipala, Tikal y la isla de Flores, también son de mis favoritas.
¿así que aprendiste una nueva palabra leyendo mi post sobre la quema del diablo?. Que bien!. Viniendo de tu persona eso me hace sentir muy honrado, pues hacer una lectura de tus artículos, ha mi me ha dejado más que el aprendizaje de una palabra.
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