05 abril, 2020

Llevemos la Semana Santa a casa...

Hoy es domingo de ramos, y consigo, se vino la Semana Santa, sin duda, una época que siempre nos hacer sentir privilegiados y orgullosos a todos los guatemaltecos, pues la muerte, pasión y resurección de Jesucristo, se rememora con niveles de fe y manifestaciones únicas a nivel mundial.

Es una época durante la cual, la cristiandad que trajeron con sigo los españoles y que heredaron a los guatemaltecos hace más de 500 años, se ha consagrado junto con valores propios de la identidad y cultura guatemalteca, que arranca desde nuestros ancestros mayas.
El fervor católico, reflejado principalmente a través de la oración y la penitencia, se fusiona durante este periodo con muchos otros elementos o prácticas propias de nuestra cultura e identidad, y que el paso del tiempo, ha sabido acoplar armoniosamente.
Hoy día, además de la religiosidad manifiesta en esta época, la Semana Mayor es un periodo durante el cual se ponen en escena, muchos valores y tradiciones de nuestra cultura, sea este el caso de la magnificencia del arte guatemalteco, y que sirve de vinculo entre lo terrenal y lo divino.
En ese contexto, durante la cuaresma, pero principalmente en Semana Santa, salen en procesión por calles y avenidas, esculturas de preciado valor histórico, religioso, artístico y cultural, acompañadas de pinturas de igual valor, representando la imagen de Cristo en muchas etapas de su vida.
Las imágenes son llevadas sobre andas elaboradas con finas maderas y decoradas con hermosos detalles. A su vez, bellas marchas fúnebres le dan armonía al paso sincronizado de los devotos cucuruchos, que combinan su indumentaria con las hermosas jacarandas que tiñen de morado la ciudad.
Huele a corozo, a incienso, y también a aserrín. El paso del cortejo, es recibido por los fieles católicos que, con manos de artesano, han dibujado sobre la tierra su arte efímero, a través de majestuosas alfombras elaboradas con diversos materiales. Otros artesanos, también llenan de color las calles, ofreciendo sus productos a propios y foráneos.
A la fusión entre el arte y la fe, se suma también la cultura gastronómica que se enaltece con platillos propios de la temporada, principalmente a base de pescado y otros postres. Esto, y mucho más, viene a reforzar el por qué la celebración de la Semana Santa en Guatemala, es única en el mundo.
Lamentablemente, ante la situación que estamos viviendo este año, tendremos una Semana Santa atípica. Es necesario, debemos entenderlo. Ya habrá tiempo más adelante para salir a las calles y poner en escena muchas tradiciones y costumbres que nos han identificado como guatemaltecos en esta época, y que por mucho podemos gritar al mundo !nos llenan de orgullo!. Mientras tanto, los invito a que lleven consigo la Semana Santa a casa, pues al final de cuentas, no perdamos de vista que la esencia de tan espiritual celebración, se circunscribe al amor que profesamos a Dios y a su hijo Jesucristo.

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