12 agosto, 2008

Ermita del Santo Calvario

Aunque todas las edificaciones que se levantaron en Antigua Guatemala durante el tiempo de la colonia acreditan una gran importancia, hay algunas que tienen una doble connotación. Este es el caso del a Ermita del Santo Calvario, que además de las bondades propias de la arquitectura de esa época, atestigua parte de la vida del primero y único santo centroamericano (Pedro de Betancur), quien fungió como superintendente y promotor de la obra.
El templo fue construido entre 1618 y 1655, en el extremo sur de la Alameda de El Calvario, por lo que el acceso a la misma se produce a través de una pintoresca calle que invita a caminar.
Al igual que otras construcciones de la época, el Santo Calvario también sufrió los embates de los terremotos por lo que tuvo que ser reconstruida, sin embargo, a diferencia de otros conventos, sus instalaciones actuales se conservan en muy buen estado.
Otro atractivo del lugar, es el árbol de Esquisúchil plantado por el Hermano Pedro, el 19 de marzo de 1657. A los pies del mismo, es común ver a los fieles recogiendo las hojas que caen, pues le atribuyen propiedades milagrosas.
Según se lee en una placa contigua, dicho árbol, fue declarado el 21 de abril del 2004 Patrimonio Cultural Tangible e Intangible de la Nación, por su valor histórico, cultural y medicinal. Un planta de similar especie, también puede apreciarse en las afueras de la Iglesia y Convento de San Francisco, lugar donde reposan los restos del Hermano Pedro.
Además de valiosas imágenes de santos donde destaca Nuestra Señora de los Dolores, el interior posee parte de una hermosa colección de pinturas al óleo, que muestran pasajes de la Pasión de Cristo. Otra parte de las pinturas, se encuentra en el Museo de Arte Colonial.

2 comentarios:

Mª Ángeles Díaz dijo...

Hola amigo Oscar:
Siempre es una alegría recibir en mi blog tus comentarios plenos de frescura y vitalidad.

Creo que eres tú y las ganas de difundir la belleza y magia de tu país los que de verdad te dan ánimos para seguir con tu blog, sin embargo es precioso oir que una ejerce esa influencia tan positiva.

Me encantó tu anterior post sobre Amatitlán y la novedad del telesférico sobre el lago, algo que he recomendado, pues son varios los amigos que van a visitar entre este mes y el siguiente Guatemala.

Como te decía en mi blog, a mi también me alientan tus comentarios, por otro lado, uno/a no nace sabido, para muchos eso puede ser una pena, para otros, para los que nos gusta aprender, es una suerte.

A mi me gusta aquella expresión que dice: El sabio es aquel que aprende de todo y de todos.

Un fuerte abrazo y muchas gracias por tu visita.

Eduardo dijo...

ehhhhhh!!. Hola Nuria. Que bueno tenerte de nuevo por acá. Ya sabes que esta página es como tu casa.

Saludos.