Amatitlán y sus dulces típicos

Hace algunas semanas platicaba con un amigo que tiene varios años de radicar en el municipio de Amatitlán. Durante nuestra conversación abordamos lo atractivo que fue dicho lugar como destino turístico, consecuencia de la belleza del lago del mismo nombre y por el fácil y rápido acceso desde la capital. (bueno, obviando las horas pico).
Un paseo en canoa por sus aguas, la apreciación del paisaje desde la espectacular vista del teleférico, o una simple caminata para degustar sus famosos dulces típicos, hacía que durante el fin de semana Amatitlán fuera una buena opción para visitar.
Este domingo, recibí nuevamente la visita de mi amigo, que haciendo eco de nuestra conversación y mis antojos confesos, me pasó dejando varios cajetes de pino con mazapán en su interior. El sabor sigue siendo el mismo de antaño y me recordó que pese al deterioro y contaminación del lago y sus alrededores, las tradiciones siguen intactas.
Ahora me he prometido que antes de que me termine la última cajita, voy a visitar Amatitlán. Hágalo usted también y después de degustar los exquisitos dulces típicos, de un paseo en el teleférico y desde las alturas, haga conciencia de lo mal que nos hemos portado con la naturaleza. Solo le toma 25km. Lo dejo con el antojo y la inquietud.