Palacio de los Capitanes con nuevos brillos

En mayo del 2008, la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), urgía el desalojo del Palacio de los Capitanes ubicado en la ciudad de Antigua Guatemala, como una medida para evitar el riesgo de que el mismo colapsara.
Aunque indignaba (pensando en lo que representa para Guatemala y la comunidad internacional tal edificio), el anuncio no sorprendía. A la voz de alerta lanzada por la Conred, le habían antecedido reiteradas demandas por parte de diferentes sectores que abogan por un plan de restauración urgente en el inmueble.
Hoy, pasados más de tres años desde que se iniciaron los trabajos de remozamiento, resulta grato ver que el Palacio de los Capitanes vuelve a retomar la elegancia digna de su categoría como ícono de la ciudad Patrimonio de la Humanidad.
Ubicado frente al parque central de la ciudad colonial, el emblemático edificio de dos niveles ocupa toda una manzana (son 20 mil metros cuadrados de construcción), aspecto que lo destaca imponente y contribuye a resaltar su belleza arquitectónica.
Con sus nuevos brillos (principalmente reflejados en su fachada), el Palacio de los Capitanes luce majestuoso a toda hora. Por las noches su iluminación seduce a cualquiera, y cuando se conjuga con el esplendor nocturno de la Catedral ubicada a su costado, forman una escena espléndida.
Pero más allá de la belleza propia de su diseño, el edificio es testimonio de un valioso legado histórico, pues en la época de la colonia fue la sede de gobierno de toda América Central.