La Antigua desde el cerro de la cruz

Para todos aquellos enamorados de La Antigua Guatemala, no hay mejor lugar para observar toda su magnificencia, que el mirador Cerro de la Cruz.
Recuerdo haber leído alguna vez, que fue justamente la espectacular vista desde este lugar, la que hizo que el Hermano Pedro, único santo de Guatemala, decidiera quedarse a vivir en dicha ciudad.
El acceso a la cima del cerro, donde se encuentra una enorme cruz de piedra y a la cual debe su nombre, se puede hacer en carro o a pie. Para esto último solo se requiere subir por un camino con gradas. Bueno, para algunos esto puede ser demasiado, sin embargo, el esfuerzo vale la pena, pues arriba la panorámica es espectacular. Se observa toda la ciudad colonial, rodeada de los volcanes de agua, fuego y acatenango.
Ah!, por cierto, si le dan miedo los fantasmas, no lo suba de noche. Recuerde que, en La Antigua, cada rincón tiene su leyenda. Según los lugareños, en la parte de atrás del cerro, se oye el grito de la Llorona. Esta es un personaje de las leyendas guatemaltecas que siempre anda en busca de sus hijos. Aunque se dice que suele andar por las calles gritando ¡ay mis hijos!, no es así. Su grito es otro y muy aterrador (puedo asegurar con certeza que ya la escuché una vez). Al respecto, la historia narra que, cuando el grito de la Llorona se oye lejos, es que está cerca y, cuando se oye cerca, es que está lejos. Ya escribiré sobre esta y otras leyendas, más adelante.