04 febrero, 2008

El monumento 65, tesoro arqueológico de Guatemala

La riqueza arqueológica de Kaminaljuyu
Constituye un altar de grandes dimensiones en el cual se muestran tres escenas en planos diferentes. Se trata de un personaje principal sentado y con las piernas cruzadas sobre un trono al lado del cual se encuentran dos individuos con una rodilla hincada en el suelo y con las manos atadas al frente.
Aunque la escena es parecida en los tres casos, existen leves diferencias, principalmente en el tocado que adorna la cabeza de los personajes.
El último plano fragmentado por lo que se infiere que en la esquina faltante se encontraba el otro personaje cautivo. Está elaborado con la técnica de bajorrelieve sobre roca basáltica. Sus dimensiones son 2.90mts. de largo por 1.80mts. de ancho., perteneciente al período preclásico tardío.
Este monumento en particular, me trae un grato recuerdo de mi niñez, pues fue encontrado a escasos metros de la casa donde viví. Resulta que, para instalar nueva tubería de agua, empleados municipales comenzaron trabajos de excavación en un tramo como de 1km de largo. Mientras lo hacían, se toparon con una piedra de gran tamaño que debía ser partida para poder insertar la tubería. Así las cosas, comenzaron a taladrarla, lo cual no resultaba cosa fácil y decidieron hacerlo por partes.
Paralelamente, al final de la jornada de trabajo de los empleados municipales, los niños del sector utilizábamos la enorme zanja para jugar, lo cual aunado a la curiosidad de esa edad, llevó a notar a unos amigos, que no era una simple piedra.
La voz de alerta se dio en el sector y aunque tristemente el taladro ya había quebrado una de sus esquinas, todavía hubo tiempo para rescatar la mayor parte del altar y llevarla al Museo Nacional de Arqueología y Etnología, donde permanece hoy día en exhibición.

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